Los espacios de datos urbanos son esenciales para el futuro de la economía del dato
05 de diciembre de 2025
DESCRIPCIÓN
Los espacios de datos urbanos se perfilan como un motor estratégico para que la economía del dato alcance y supere el 4 % del PIB, según un reciente análisis elaborado por el medio de comunicación especializado El Economista. En un momento en que las ciudades concentran una cantidad creciente de actividad económica, social y tecnológica; abrir y estructurar datos urbanos de forma segura y bien gobernada permite transformar ese enorme volumen de información en valor real.
Para los entornos urbanos, el potencial de los espacios de datos es enorme: la información sobre tráfico, transporte público, calidad del aire, uso del suelo, datos demográficos o de consumo permiten anticipar necesidades, mejorar la eficiencia de servicios, planificar el crecimiento de forma sostenible, optimizar recursos y, en definitiva, ofrecer mejores servicios a la ciudadanía.
Según estimaciones recientes, la economía del dato ya representa aproximadamente un 4 % del PIB, y su peso podría incrementarse significativamente con el despliegue de estos espacios urbanos de datos. Este crecimiento, impulsado por una combinación de digitalización, interoperabilidad y adopción de marcos de gobernanza, coloca al dato como un activo clave para la competitividad, la innovación y la sostenibilidad en las ciudades.
Además, la creación de espacios de datos urbanos promueve un modelo más colaborativo e integrado: permite involucrar a distintos agentes públicos y privados en la generación de valor, mejora la toma de decisiones basada en evidencia, facilita la eficiencia operativa y abre la puerta a nuevos servicios de valor añadido para ciudadanos y empresas.
Sin embargo, también existen retos que la economía del dato debe superar. Para que los espacios de datos urbanos cumplan su promesa, no basta con acumular datos: es necesario establecer infraestructuras técnicas robustas, normativas claras de gobernanza, modelos de participación inclusivos, y comprometerse con estándares de interoperabilidad, seguridad y privacidad.
Asimismo, se requiere impulsar la colaboración público-privada, asegurar recursos para el despliegue real y cultivar una cultura de datos que permita aprovechar toda su capacidad transformadora. Cuando estos elementos convergen, las ciudades pueden dejar de ser meros consumidores de datos para convertirse en generadoras de valor económico, social y ambiental; impulsando una economía del dato más pujante, equitativa y sostenible.
Desde BAIDATA continuaremos apoyando el desarrollo y la adopción de espacios de datos urbanos, reforzando nuestro compromiso con un ecosistema digital más interoperable, colaborativo y generador de valor para la sociedad. Si aún no eres socio, en este enlace puedes conocer todos los servicios que ofrecemos. ¡Te esperamos!